Cuatro de la tarde. Café Central. Viena. Otto ordena un capuccino y una
tarta de mascarpone con frambuesas. Lee “Muerte en Venecia”.Matilde, sin
embargo, siempre pide chocolate con nata y un struddel de manzana, mientras
escribe cuentos en su pequeño cuaderno rojo.
Al principio de conocerse siempre charlaban de los temas más
variopintos, ahora apenas se dirigen la palabra.
A las siete en punto pagan la cuenta y se marchan. Ha sido así durante
los últimos veinte años.
Una tarde ella dijo:
– ¡No podemos seguir así la rutina nos está matando. Necesitamos un
cambio!
-Tienes razón. Intentemos algo nuevo- contestó.
Desde aquel día están encantados. A él le fascinó el struddel de manzana
y ella encontró deliciosa la tarta de
mascarpone con frambuesas.
Eyre Lebasy
18 de mayo de 2012
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